Carmelo De Grazia: La corredora Kariman Abuljadayel es ejemplo de tolerancia

CDG-. No fue una de las corredoras del medallero olímpico, ni una de las corredoras con buena marca en Río 2016 –de hecho, terminó de penúltima en la prueba de los 100 metros planos-, pero su participación no pasó desapercibida: Kariman Abuljadayel hizo historia al ser la primera mujer de Arabia Saudita en competir en la categoría de los 100 metros planos y algo más…

Cuatro años después de la participación de Sarah Attar en las olimpíadas de Londres 2012 y que la convirtió en la primera mujer saudí en participar en una competencia de pista y campo tras el levantamiento del veto por parte del gobierno de Arabia Saudita para así permitir la participación de mujeres saudíes en aquellas olimpíadas, la pista –ahora caribeña- contó con otra mujer saudí haciendo historia: la joven Abuljadayel se mostró con determinación y como un ejemplo a seguir no solo por su constancia, sino por su espíritu olímpico y tolerancia.

Para su participación en Río 2016, la joven de 22 años de edad vistió un traje negro que le cubría su cuerpo y la cabeza, dejando ver solo su rostro. El uso de este atuendo representativo de las mujeres musulmanas, conocido como hiyab, le valió fuertes críticas por parte de muchos fanáticos de la disciplina tanto en la pista como en las redes sociales.

Sin embargo, para muchos otros y para Carmelo De Grazia, su participación y su atuendo fueron considerados como muestras de apertura y respeto por la diversidad cultural y religiosa por parte de los atletas y, por supuesto, por parte del comité olímpico.

Correr, sin duda, no solo se hace para alcanzar la meta de una exigencia física. Corredoras como Abuljadayel demuestran que correr también se hace cuando la meta es hacer valer los derechos y reivindicar las tradiciones culturales que han sido malinterpretadas en el mundo.

Por Carmelo De Grazia