Carmelo de Grazia: Los 5 trucos para mantenerte en forma a partir de los 40

Si llegaste a los 40 y quieres comenzar el cuidado de tu cuerpo o mantenerlo en buen estado, puedes lograrlo con estos trucos para mantenerte en forma a partir de los 40.

1. Camina:

No nos referimos solo a las caminatas aeróbicas en una caminadora o al aire libre. Si tu trabajo queda cerca de casa, camina. Si queda un poco más lejos, opta por el transporte público y quédate unas cuadras antes. Ve al supermercado, al gimnasio, a casa de tus amigos a pie. Mantén un ritmo medianamente acelerado. Caminar es un ejercicio de calentamiento efectivo que además de fortalecer el sistema cardiorrespiratorio, protege las articulaciones y músculos de posibles lesiones.

2. Haz ejercicios globales:

Es decir, ejercicios que involucren varios músculos a la vez como sentadillas, zancadas, flexiones, ejercicios que te diviertan como kickboxing o bailoterapia. Realiza varias repeticiones. No solo te ayudarán a quemar grasa de forma efectiva, también tonificará los músculos evitando la flacidez tras la pérdida de medidas.

Ejercicios aeróbicos

3. Estírate:

Luego de caminar, de hacer algún ejercicio o practicando yoga. Los estiramientos reducen considerablemente los dolores musculares y de articulaciones, sobre todo aquellos causados por el estrés y las malas posturas.

4. Aumenta la ingesta de proteínas y fibras:

Con el paso de los años comienza a producirse la pérdida irreversible de masa muscular. Proteínas como carnes magras y claras de huevo permiten mantener el buen funcionamiento de los músculos. Por su parte, las fibras como cereales integrales y legumbres contribuyen a mantener el ritmo metabólico del cuerpo. Ambos grupos alimenticios, además, son propicios para mantener el estado de saciedad por más tiempo, evitando así la ingesta de alimentos hipercalóricos entre comidas.

5. Toma agua:

Si bien es cierto que a partir de esta edad es normal la pérdida de sed, también es cierto que a partir de los 40 años es cuando el cuerpo necesita mantener estables los niveles de hidratación. Mantenerse hidratado, entre muchos beneficios, estimula la correcta circulación sanguínea, mejora los procesos digestivos, elimina toxinas y favorece el buen aspecto de la piel gracias a que potencia la renovación celular.